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Jóvenes drogadictos: cómo ayudarles a recuperar su bienestar



La drogadicción es uno de los problemas quizá más complejos a enfrentar, sobre todo cuando se trata de nuestros seres queridos o de alguna persona que tiene algún vínculo afectivo con nosotros.

Ayudar a un joven drogadicto es una tarea que parece difícil pero no imposible. Lo que se requiere es básicamente mucha paciencia y disposición, y entender que cada ser humano funciona de una forma muy personal, por lo cual, tendríamos que además aprender a ser creativos e inteligentemente persuasivos, tomando en cuenta la forma de ser de quien pretendemos ayudar.



Una ayuda positiva

La principal misión que tendremos que tener en mente cuando pretendemos ayudar a un drogadicto joven es que habrá que enseñarle, sobre todo, a ayudarse a sí mismo.

Antes de ayudarle a un drogadicto, es necesario considerar lo siguiente:

• Tomar en cuenta el grado de adicción. En casos severos, la ayuda de un profesional será necesaria.

• Se debe evitar caer en sentimientos de culpa o de autocompasión, tampoco se debe desvalorar a la persona adicta o verla como “victima” o “pobrecita”, pues esta actitud sólo agravara la situación. Es necesario que al ayudarle se emprenda dicha labor de forma objetiva haciendo una valoración clara del problema y considerando alternativas como las que se sugieren más adelante.

• Hay que valorar la edad del drogadicto la cual, aunque no es factor primordial, puede influir en la forma en cómo se trata este problema.

Síntomas de un joven drogadicto o que inicia:


  • Un mal aliento o olor en la ropa.
  • Pipas o papelitos de rodadura en su habitación.
  • Su carácter podría volverse de repente iracundo, muy rebelde o violento.
  • No desea hablar ni escuchar
  • Desmotivación por realizar algunas actividades o bajo rendimiento escolar repentino.
  • Variación radical en la disminución o aumento del apetito.
  • Problemas en la escuela de comportamiento agresivo.
  • Todos estos síntomas son avisos de que se deben tomar cartas en el asunto. No se debe sentir uno con la responsabilidad de manejar todo el asunto, sin embargo, en cuanto antes actúe, mejor. Cabe mencionar que un niño puede ser rebelde o tener mal carácter, o tener alguno de los síntomas mencionados y no precisamente estar consumiendo drogas. Sin embargo, siempre es mejor estar atento y no dejar pasar el posible aviso.


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