Adolescentes



Síntomas de adicción a los videojuegos en los adolescentes

Aunque no existe un diagnóstico "oficial", las conductas de adicción a los juegos de ordenador, videoconsola e Internet han aumentado notablemente entre adolescentes y adultos. Como cualquier conducta adictiva, hay signos que la delatan si sospechamos que nuestro hijo podría tener una adicción a los juegos. Basta con que muestre solo dos o tres de estos síntomas para que su comportamiento se considere "adictivo".

• Preocupación excesiva

Alguien que es adicto a los juegos de ordenador, videoconsola o Internet a menudo muestra una preocupación inusual con el juego o el ordenador cuando está lejos de ellos. El adolescente podría parecer distraído, irritable o desinteresado y hablar sobre el juego casi constantemente.

• Mentir sobre el uso del ordenador

Es común que una persona con comportamientos adictivos relacionados con el ordenador menosprecie la cantidad de tiempo que pasa frente al televisor o el ordenador. La persona puede poner excusas, como decir que "necesita" estar en línea o puede mentir abiertamente.

• Falta de control

Una persona que es adicta, o con riesgo de volverse adicta a los juegos, es incapaz de controlar la cantidad de tiempo que pasa frente al equipo. Puede conectarse con la intención de pasar 15 ó 20 minutos y alargar una y otra vez el tiempo hasta que han pasado varias horas.

• Pérdida de tiempo

Igualmente, una persona puede sentarse frente al ordenador, de nuevo con la intención de pasar sólo unos minutos, pero perder totalmente la noción del tiempo y de repente darse cuenta de que han pasado varias horas. No es raro que alguien con una adicción a los juegos juegue toda la noche y no se dé cuenta de cuánto tiempo ha pasado hasta que sale el sol.

• Impacto negativo en otros ámbitos de la vida

La persona pasa tanto tiempo frente al ordenador o la videoconsola, que tiende a descuidar otros ámbitos de la vida. Se puede alejar de amigos y familiares con los que previamente había mantenido una relación estrecha. Puede dejar los deberes sin terminar, obteniendo como consecuencia unas notas más bajas. En casos más extremos, el adolescente puede incluso descuidar la higiene personal, optando por jugar a los videojuegos en lugar de darse una ducha.

• Esconderse de situaciones o sentimientos negativos o incómodos

Algunas personas se vuelven adictas a los juegos porque los utilizan para automedicarse. Cuando se tienen que enfrentar a situaciones o sentimientos que no resultan cómodos (sentimientos de tristeza, discusiones con amigos o una mala calificación), pueden optar por "refugiarse" en el juego como método de evasión.

• Actitud defensiva

Cuando se les pregunta por su tiempo de juego o se les hace ver que es demasiado, pueden ponerse a la defensiva. La negación es a menudo una indicación de que algo está mal, sobre todo si a la persona no parece importarle que sus amigos y familiares se sientan abandonados o alejados de su vida.

• Mal uso del dinero

Alguien que es adicto a los juegos de ordenador, videoconsola o Internet invertirá una cantidad desproporcionada de dinero en artículos relacionados con la informática. La persona parecerá estar actualizando continuamente el hardware, los paquetes de software y los accesorios. Esto se convierte en un problema aún mayor si la persona gasta el dinero que debería utilizar para pagar las facturas, los comestibles y otras necesidades.

• Sentimientos encontrados

Al igual que con cualquier otra adicción, el uso de la "sustancia" --en este caso, el vídeojuego-- provoca inicialmente sentimientos de euforia, pero esa euforia viene seguida rápidamente de sentimientos de culpa. La culpa se puede sentir por lo que se está haciendo mientras se está en línea o simplemente por la cantidad de tiempo que se pasa frente al ordenador.

Aunque esta lista no es exhaustiva, ofrece señales de advertencia para padres, amigos y otros familiares que estén preocupados por el uso que alguien hace de los vídeojuegos. Esta lista también la pueden utilizar como herramienta de autodiagnóstico aquellos que crean que pueden tener un problema.

fuente: euroresidentes.com

Adelgazar en la adolescencia

Cómo ayudar a adelgazar a un hijo adolescente con sobrepeso

La obesidad infantil es un problema cada vez mayor a medida que los niños y los adolescentes se enganchan a dispositivos electrónicos como los iPods, los vídeojuegos o la televisión. El problema se debe sobre todo a los hábitos alimenticios y el ejercicio. Un adolescente puede estar comiendo correctamente, pero no hacer el ejercicio suficiente para quemar el exceso de calorías.

Como padres, es responsabilidad nuestra ayudar al niño o adolescente a controlar sus hábitos alimenticios y animarles a seguir un estilo de vida más saludable. También es importante prestar apoyo para evitar que perder peso se convierta en una obsesión que luego podría desencadenar en un trastorno peligroso, como la falta de autoestima, la anorexia o la bulimia.

Es importante animarles a realizar actividades extracurriculares en su centro de estudios: no tienen por qué ser la estrella del equipo de fútbol; cualquier actividad extracurricular les ayudará a tener un mejor estilo de vida y a prevenir la obesidad. Si no se sienten cómodos con actividades atléticas, basta con que se anoten en cualquier cosa con la que disfruten. Y si prefieren hacerlo fuera del entorno escolar, otra solución es convertirnos en su compañero de deporte e ir juntos a un gimnasio o a pasear, hacer footing... Cualquier actividad deportiva que le saque de una vida excesivamente sedentaria. Si llevan toda la vida pidiendo un perro, tal vez es el momento de ir juntos a la protectora de animales y elegir uno (un perro equivale a al menos 2 buenos paseos diarios).

No llenar la nevera: cuando un niño adolescente se aburre o está inmerso en el mundo de la electrónica y tiene hambre, lo más probable es que vaya a buscar algo sencillo y sabroso para comer. No hay manera de evitar esto, pero sí podemos ayudar a promover hábitos alimenticios más saludables evitando llevar a casa alimentos dulces y poco saludables. Evitar tener en la nevera refrescos, ya que son bebidas muy ricas en calorías y que engordan mucho. Procurar comprarles agua vitaminada u otras bebidas saludables.

Involucrarnos más y hacer que su vida diaria sea mas divertida. Puede que los niños se estén volviendo sedentarios en busca de de más entretenimiento. Tratar de hacer alguna actividad con ellos. Involucrarles en la planificación semanal de los menús, la compra y la preparación de las comidas y/o cenas.

Plantea todo el proceso como un ejercicio para ponerse toda la familia en forma y llevar una alimentación mas sana. Sin duda un hijo adolescente no necesita escuchar de su familia la palabra "gordo" ya que lo mas seguro es que la escuche todos los días de la boca de sus compañeros y amigos, y que esté bastante harto. Ser solidario y hacer un proyecto realista y en común.

Cómo motivar a los adolescentes

Uno de los retos mas difíciles para padres actuales es cómo motivar a los niños. Motivar a leer, motivar a estudiar etc. etc.

Pero es todavía mas complicado motivar a los adolescentes a estudiar y cumplir con las responsabilidades que les asignemos en el hogar y que deban ir asumiendo en la sociedad durante su camino hacia ser adulto. Aquí ofrecemos algunos consejos sobre la motivación de adolescentes.

Motivación de los adolescentes

1. Ofrecerles apoyo: Los adolescentes no son niños. Un adolescente quiere que le traten como a un adulto. Mostrar respeto por ellos es la clave para construir una relación de confianza entre padres e hijos adolescentes. Los padres deberían apoyar todo lo posible a los adolescentes, y en vez de controlarles, procurar guiarles.

2. Exponer al adolescente a diversas ideas y temas: En ocasiones, el adolescente carece de motivación porque no ha estado expuesto a lo que podría ser una pasión de vida. Buscar actividades novedosas, o grupos interesantes para intentar estimular nuevos intereses que vayan mucho mas allá que el ordenador, el móvil y su círculo de amigos actuales

3. Motivar a los adolescentes en los estudios, ayudándole a establecer una conexión entre su lugar de estudios y sus intereses: A veces los adolescentes carecen de motivación, porque no ven una conexión entre el trabajo que se les pide que hagan y sus intereses y metas. Intentar vincular distintas asignaturas con futuros puestos de trabajo o estudios universitarios. Conversar con el adolescente para ayudarle a identificar cuáles son los campos que más le interesen.

4. Enseñar responsabilidad al adolescente: Los padres deben alentar a los adolescentes a comprender que la libertad y el poder conllevan responsabilidades. Si un adolescente quiere tomar decisiones independientes, entonces tendrá que asumir la responsabilidad de las consecuencias derivadas de sus decisiones.

5. Guiar al adolescente para encontrar sus objetivos: Las personas que tienen metas están muy motivadas porque saben lo que quieren y trabajan para lograr sus objetivos. La mayoría de los adolescentes, en cambio, todavía no saben lo que quieren ser, están explorando y tratando de encontrar sus valores, creencias y sus trayectorias futuras. Los padres deben hablar con sus hijos adolescentes acerca de las cosas con las que disfrutan ahora y guiarlos para que encuentren lo que creen acerca de su vida y establezcan unos objetivos apropiados que estén relacionados con sus pasiones.

6. Fijar unas expectativas elevadas: Unos estándares altos llevan a un alto rendimiento. Si los padres establecen unos objetivos y expectativas claros para sus adolescentes y les apoyan para lograr sus objetivos, el adolescente tendrá éxito. Este éxito motiva a los adolescentes a sentirse llenos y hacerlo aún mejor.

7. Utilizar metas y premios a corto plazo: En ocasiones el adolescente se ve abrumado por una gran tarea y se da por vencido antes incluso de empezar . Ayudarle a dividir la tarea en una serie de tareas más pequeñas. Hacer que cada pequeña tarea sea una meta y tratar de establecer una compensación por lograr dicho objetivo que sea apropiada para su edad.

8. Ayudar al adolescente a aprender a administrar su tiempo: Cuando los niños llegan a la adolescencia, se enfrentan a tareas más difíciles y pueden sentirse abrumados por el trabajo que deben completar; no saben cómo encontrar tiempo para completar sus tareas. Enseñar al adolescente cómo crear y utilizar un programa de gestión del tiempo es útil.

fuente euroresidentes