Guarda los platos, vasos y tazones al nivel de la vista, donde los podrás sacar fácilmente.
Coloca los cubiertos en una gaveta; los utensilios de cocina, como espátulas y cucharones, en otra.
Pon las bandejas y moldes para hacer galletas, que no usas a menudo, en las repisas más altas.
Usa los espacios abiertos para decorar, acomodando tu colección de tazones favoritos.
Evita llenar de cosas la encimera. Limítate a tener sólo dos enseres que uses para cocinar diariamente.
Los utensilios más pesados y grandes, como las ollas y sartenes, caben mejor abajo.
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